NO ME VA BIEN EN EL COLEGIO… AYÚDAME... NO ME HUNDAS MÁS CON TUS PALABRAS
Hay muchas razones por las que a los niños y adolescentes no les va bien en colegio, pero los padres en ocasiones reducen este problema a la falta de voluntad, a la pereza o la mala práctica pedagógica.
La respuesta de los padres, además, puede ser inadecuada, profundizando más la dificultad académica y sumándoles otras de tipo emocional. Esto ocurre cuando entramos a calificar a la persona del niño y no a su comportamiento con generalizaciones como, eres un perezoso, no pones de tu parte, eres un irresponsable. Hay padres que usan palabras que incrementan de manera malsana sentimientos de culpabilidad o rivalidad como, eres un mal agradecido, no ves mis esfuerzos para pagarte tu estudio, eres el mayor y no eres tan juicioso como tu hermano menor. Otras veces los padres usan palabras muy agresivas que reflejan su frustración por no tener más herramientas para dar solución a este problema como, eres un tonto, estúpido, bobo, burro, te pareces a tu padre, madre.
Otro manejo inadecuado es, pensar que esto ya pasará, como le paso al hijo de algún conocido. Y en ocasiones los niños, con ayuda de alguien ajeno al hogar, superan la dificultad si no es grave, a veces con ayuda de un profesor, pariente, amigo. La cuestión es que, si se realizó una intervención, donde los padres no participaron ni fueron consientes.
Así mismo, se debe desechar la idea que el estudio con sangre entra ya que esto no es así, lo que estudiamos queda si hay motivación, cuando hay sentimiento de autoeficacia. Por tanto, no podemos castigar físicamente a un niño que llega con malas notas o castigar al niño poniéndolo a estudiar, error muy frecuente. Si el niño hace algo inaceptable, que merece una consecuencia, no puede ser poniéndolo a hacer planas, a leer o estudiar matemáticas o aquella materia en la que le va mal. Así estamos asociando el estudio con situaciones desagradables...
Veamos pues algunas causas comunes del mal rendimiento académico:
1. Problemas en casa que afectan su autoestima, comportamiento, atención y motivación:
a. Pueden ser peleas frecuentes y agresivas entre padres o cuidadores.
b. Falta de atención y supervisión adecuada a los niños y jóvenes.
c. Mala nutrición.
d. Problemas de insomnio provocados por uso nocturno sin límites de la tecnología o televisión.
e. Problemas de adicción a redes sociales y/o video juegos.
f. Poco valor que dan los padres al estudio, por tanto, no les interesa que sus hijos tengan logros académicos.
g. Manera de protesta por percepción de normas no justas en casa.
h. Duelos, pérdidas afectivas recientes o sin resolver.
2. Acoso escolar.
3. Trastornos del aprendizaje: Pueden ocurrir por varios factores genéticos, prenatales, traumas físicos, exposición a toxinas, etc., que no afectan su inteligencia, pero si la capacidad para leer, escribir, comprender el lenguaje, realizar cálculos sencillos, aprender a interpretar el reloj, saber cuánto me deben devolver cuando compro, a estar quieto y atento, moverse coordinadamente. Estas dificultades tienen un impacto en lo académico, en casa y en la relación con los pares. Los niños con trastornos del aprendizaje no saben lo que les pasa, pero si entienden los calificativos en el colegio, de parte de la familia y de los compañeros y amigos, afectando su autoestima.
La intervención temprana es esencial para que no se agrave el problema a medida que sea mas compleja la demanda académica. Es común ver en estos chicos cuadros de ansiedad, problemas de conducta para centrar la atención de los demás sobre su mal comportamiento y no sobre su desempeño académico, depresión, perdida de motivación, riesgo para el consumo de sustancias psicoactivas.
Si nuestro hijo, alumno, familiar presenta dificultades académicas, debemos ocuparnos de manera urgente de esta situación. Debe haber una preocupación que movilice a los adultos a ayudar al niño o adolescente, por su bienestar futuro, por el amor que podamos tenerles, por ser nuestra obligación social con los menores. Hay que cuidar de nuestros niños.
Consulta con el médico o pediatra y busca valoración neuropsicológica.
La valoración neuropsicológica se realiza en 4 sesiones aproximadamente, no es posible realizarla en una sola sesión de una hora. Requiere de la participación de padres y profesores.
Información Neuropsicóloga Gloria Liliana Sierra G.
Magíster en Educación
310 4079902 Bogotá
psicologia.educacion.neuro@gmail.com